Intolerancia Incomprensible

Intorelancia incromprensible es lo que muestra la afición del Bernabéu hacía el jugador más determinante del conjunto blanco durante las últimas temporadas, Gonzalo Higuaín.

‘El Pipita’ llegaba ‘castigado’ al encuentro ante el Mallorca después de marrar una ocasión clara, fabricada de la nada por él mismo, en el Reyno de Navarra. El argentino no acertó y el Madrid no ganó, algo que suele ser habitual en los últimos tiempos.

Predispuesto para reconciliarse con su público, el 20 madridista sacó un zurdazo a la media vuelta desde la frontal del área: golazo por la escuadra y el partido encarrilado. Volvía a tener el cariño de los suyos. No se quedó ahí y en la segunda mitad puso en bandeja el segundo tanto blanco: jugada personal con centro al segundo palo para que Granero la empale a placer.

Siguió intentándolo, quería otro gol y lo tuvo en un balón que le quedó muerto en el área pequeña. Sin espacio suficiente ‘El Pipita’ intentó quebrar al guardameta visitante que, sin embargo, logró arrebatarle el esférico al argentino. Ahí, volvió la intolerancia: “¡qué malo es!” fue una de las tantas frases, desprestigiando al delantero blanco, que se pudieron escuchar en boca de los aficionados madridistas.

Es incomprensible que cuando se le preguntaba a la afición por el once tipo del Madrid a principio de temporada, casi nadie se acordase del argentino. Del hombre que ha dado las dos últimas ligas al Madrid, uno de los jugadores más determinante de la liga, el que más está ‘tirando del carro’………sin embargo, uno de los no galácticos para el respetable.

Sin intención alguna de menospreciar a Cristiano Ronaldo, la sensación es que el crack luso puede fallar un gol cantado en el Camp Nou y no pasa nada. Gonzalo, sin embargo, no pude fallar en el Reyno de Navarra, ni en casa ante el Mallorca después de fabricar dos goles, ni aunque haya hecho un ‘hat trick’: Gonzalo no puede fallar nunca para el Bernabéu. Porque si Gonzalo falla, el Madrid de los galácticos, no gana.