martes, 20 de abril de 2010

¡Hay Liga!

Lo decían unos y otros tras el clásico, y por suerte para el espectáculo así es. Nos tocará vivir otro final de liga apretado, a la altura de las dos últimas ligas logradas por el conjunto blanco.

Lo ha querido así el calendario, que se lo ha puesto complicado al Barcelona dónde menos bien rinde, es decir, fuera de casa. Y por supuesto, lo ha querido el Real Madrid en una nueva exhibición de pundonor, fe y carácter.

Cinco jornadas intensas nos quedan por delante para conocer el desenlace. Las dos últimas ligas así de disputadas se las llevo el Madrid. Se las embolsó sin ser mejor que el Barça, ni mucho menos. Las ganó por esa fe, por esa conciencia triunfadora que inspira el Madrid, su historia, su afición, su estadio, su camiseta, su escudo.

Eso vuelvo a vérselo a este Madrid de Pellegrini, lo que me lleva a pensar que su equipo sacará los 15 puntos que quedan por disputarse, pese a que tiene por delante compromisos complicados como las visitas a Zaragoza y Mallorca.

La pelota queda por tanto en posesión del Barcelona. Los encuentros dónde el equipo catalán podría dejarse puntos están ya marcados en rojo por ambos conjuntos. No parece probable que los de Guardiola puedan cometer errores en casa, pero han de visitar a Villarreal y Sevilla. Este equipo, el de los seis títulos, el mejor de la historia en un año, es capaz de sacar cualquier partido con la gorra. Pero, igualmente, puede salir de estos dos campos sin gorra y sin título.

Seis puntos le ha sacado el Barcelona al Madrid con sus dos duelos entre ambos. A uno de distancia se encuentran ahora en la clasificación, lo que significa que el Madrid ha sido 5 puntos mejor que el Barcelona en los enfrentamientos con el resto de rivales. Para dos equipos que van a batir el récord histórico de puntos en Liga con 90 y tantos cada uno, 5 son muchos puntos.

El equipo blanco no ha podido, hasta ahora, con el azulgrana, mejor en el cara a cara. Pero puede que eso no baste a los culés para ganar la Liga, ante un Madrid que muestra una regularidad tremenda y un hambre desorbitada de un título que consuele y complazca la primera temporada de la ‘gran inversión’ de Florentino.

Un Madrid con bastante que ganar y muy poco que perder, concentrado sólo en el campeonato liguero. Ante un Barcelona con mucho que ganar, pero también mucho que perder, atento igualmente a la Champions y al sueño que supondría para el barcelonismo levantar la segunda Copa de Europa consecutiva en el campo del eterno rival.

Barça y Madrid, Madrid y Barça, dos estilos distintos, dos grandes equipos, cinco encuentros por delante, un punto de diferencia y un clima propicio para el espectador. La emoción hasta el final está servida.

martes, 13 de abril de 2010

'El Profe' puso la diferencia en el 'clásico'

Pasó el 'clásico' y nos dejó lo de siempre: un ensalzamiento del ganador y una minimización del perdedor. Esta última, una vez más, personalizada en el entrenador del Madrid, Manuel Pellegrini.

Al chileno se le acusa de todos los males y sólo son realmente recriminables algunos de ellos. No fue culpa suya que sus jugadores no encontrasen el gol ante Valdés. Si lo fue, por el contrario, que su equipo diese tanta libertad a Xavi Hernández en el centro del campo.

¡Cuanto daño hizo Leo Messi al Madrid! Pero esta vez no por su juego, sino por su nombre. El argentino se llevó todos los marcajes del conjunto blanco y el cerebro azulgrana encontró un sin fin de metros por delante para desplegar su fútbol. Y cuando Xavi puede pensar lo normal es que, como el otro día, meta entre líneas cuatro pases de gol.

Messi fue protagonista del encuentro, por eso, porque definió bien ante Casillas en la primera que le puso Xavi y porque su exhibición de las últimas semanas hizo mella en Ronaldo, desesperado, frustrado y muy individualista, para intentar demostrar que puede ser mejor que Messi.

Pero por encima de todos, la clave del partido fue el 6 del Barcelona. Hace ya tiempo que el centrocampista del equipo catalán y de la selección española se ganó el apodo de ‘Profe’ y el sábado en el Bernabéu volvió a sentar cátedra sobre el terreno de juego. Llego ocho veces el Madrid sobre la puerta de, nuevamente, un buen Víctor Valdés. Sólo lo hizo en cuatro el Barcelona, pero las cuatro asistencias del 6 ‘culé’ fueron para llevarse un 0-4 del coliseo blanco de no haber sido, nuevamente también, por Casillas.

jueves, 18 de marzo de 2010

El Bernabéu a la vista para los ocho mejores

Finalizaron los octavos de final de la Champions y nos dejaron pocas sorpresas, aparte de la debacle del Madrid la semana pasada.

Los partidos con más nombre, como suele suceder, no fueron para tanto. El Milán fue apenas un juguete en manos del ‘todopoderoso’ Wayne Rooney.

Chelsea e Inter disputaron una eliminatoria a la altura del fútbol que ambos practican, es decir, soporífera. Me alegro del resultado, por no ver este año a un equipo con una propuesta tan mezquina como la del Chelsea disputando unas semifinales y quejándose del arbitraje. Yo como espectador me quejo de su juego y ante eso no pasa nada. Sigue adelante el Inter que es aún peor, pero los italianos caerán en cuartos toque quién les toque.

Por fin alguien le levantó una eliminatoria al Oporto perdiendo en la ida. Un auténtico vendaval fue el Arsenal en el Emirates. El conjunto de Wenger lleva años pecando de inocencia y lastrado en parte por tanta juventud y talento y tan poco juego práctico. Pero los ‘Gunners’ empiezan a crecer y este año ya en la Premier están más cerca, de lo habitual, del liderato. Habrá que ver hasta dónde pueden llegar en la presente temporada.

El Sevilla, por su parte, dijo adiós en octavos ante la supuesta ‘cenicienta’ de la ronda. Pero me permitiré no considerarlo una sorpresa. Ya le pasó ante el Fenerbahçe hace dos temporadas. A los hispalenses se les bajan los humos ante las puertas que deben cruzar para superar su historia. Bombear balones desde 70 metros del área rival a falta de 60 minutos para acabar el partido, pudo resultarle a los italianos en más de una ocasión, pero por lo visto no a los andaluces.

Van Gaal y su Bayern siguen sin decepcionarme. Tuve miedo de tener que retractarme de mis palabras, dije en pretemporada que el rival a batir en la Champions serían los bávaros, pero al borde del abismo todo se arregló. Pudo merecer más la 'Fiore', pero le pasó algo así como al Sevilla, mal de alturas y un arbitraje en la ida que no le ayudó mucho. Pero yo no dije que el Bayern fuese a merecer nada, sólo que sería el rival a batir.

El partido que más me gustó, de la vuelta de octavos, fue el Girondins-Olympiacos. El que tenía menos nombre, que casualidad. Fue un duelo de alternativas que se pudo llevar cualquiera y que nos dejó los destellos de clase de Yoann Gourcuff. Sólo diré: ¡Qué jugador!

Y para acabar, el Barça. Jugará mejor, peor, no tendrá la furia de Etoo, ayer faltó Xavi y Guardiola decidió que le sigue gustando Henry. El Stuttgart tampoco es el Milán de Van Basten, etc. En resumen, sólo una conclusión: No va a ser nada sencillo echar al campeón porque por algo es el vigente campeón.

martes, 16 de marzo de 2010

Pleno, para empezar


Comenzó la temporada en serio, con la llegada de la París-Niza. Y los españoles volvieron a responder a la cita como lo llevan haciendo los últimos años: ganando.

Podio completamente español con Alberto Contador, Alejandro Valverde y Luís León Sánchez.

El de Pinto se tomó su revancha de la edición anterior, una de las más apasionantes de los últimos años, que acabó llevándose ‘Luísle’.

Precisamente el murciano, que se ha alzado al primer puesto de la clasificación de la UCI, era el que se presentaba con mejores sensaciones para revalidar su victoria. Fue superior a Alberto en la crono de la Vuelta a Murcia y la edición gala de este año presentaba, a priori, menos terreno para la batalla en alta montaña.

Pero el que hubo, le fue suficiente al madrileño. Contador iguala con este triunfo a Miguel Induráin en el palmarés de la París-Niza, con dos victorias. Alberto no dejó dudas, pero sí su equipo. Habrá que ver con que bloque puede llegar el de Pinto al próximo Tour.

Quién no decepcionó fue Caisse D’Eparge, sobre todo en la última etapa dónde los hombres de Eusebio Unzue lo intentaron hasta el final por medio de Valverde, Luís León y sobre todo, Joaquim ‘Purito’ Rodríguez.

La progresión del equipo de Unzue es grande. Toda vez que tanto Valverde como Luís León están alcanzado su madurez como ciclistas. Pero el Tour son palabras mayores y ambos ya han decepcionado en él. ‘Luísle’ en menor medida, pues no peleo, como se esperaba, por la general de la ronda gala, pero sí logro una victoria de etapa memorable.

Queda mucho aún para aquello y lo próximo son las clásicas de un día. La Milán-San Remo nos enseñará cómo esta Armstrong. Pero si algo ha dejado claro esta Paris-Niza es que la tónica no tiende al cambio: el ciclismo español sigue dominando.

viernes, 12 de marzo de 2010

Y van seis...



Nada lo hacía indicar. Todo presagiaba un final distinto, pero el Real Madrid volvió a caer en octavos de la Champions un año más.

El equipo de Pellegrini venía de ganar al Sevilla, en una remontada épica, tras un vendaval de fútbol y ocasiones en la segunda mitad. El clima propicio para enfrentarse al Lyon se palpaba en el entorno: se hablaba de las noches mágicas en Europa, del espíritu de Juanito (tan presente siempre que se va perdiendo), y un sinfín de cosas exageradas, para levantar un minúsculo 1-0 ante un rival, hoy por hoy, de una entidad menor. Pero ni así, pudo el Madrid.

Los octavos de final ya son un maleficio para el conjunto blanco, al nivel de los cuartos para la selección española antes de la pasada Eurocopa, o los 19 años del equipo madridista sin ganar en Riazor. Hasta esto último se había roto esta temporada.

El Real Madrid parecía ir encontrando su razón de ser, su esencia futbolística. Pero de golpe, la perdió. La final de la Champions y un bloque concebido, a base de talonario, para ello recibieron el miércoles su particular ‘Centenariazo’.

Buen inicio
Lo difícil parecía batir a Lloris durante los 90 minutos y fue eso lo que más fácil resultó. Cristiano Ronaldo, el mejor del Madrid una vez más, puso el 1-0 e igualó la eliminatoria, cuándo algunos no habían tenido ni tiempo de sentarse.

El Madrid buscó el segundo, lo tuvo Higuaín. Pero el ‘Pipita’ lleva una semana en la que solo se encuentra con los palos. Mala suerte y a seguir intentándolo. Lloris le sacó una mano abajo al argentino y el equipo blanco se fue a los vestuarios viéndose capaz de hacerle tres al Lyon.

Nefasto final

Pero llegó la segunda parte y el Madrid….desapareció. Puel reforzó el medio campo, Guti se borró (como siempre que juega 90 minutos) y la medular del Madrid hizo aguas. Pellegrini tembló, con razón, ante la que se le venía encima: Crucificado en Lyon por jugar con un doble pivote sólo tenía dos opciones: Sacar a Mahamadou Diarra y llevarse una bronca o ver como el Lyon se paseaba.

Se comió la cabeza el técnico chileno y como es lógico en estos casos, reaccionó tarde. Parte de culpa para él, pero sin duda la menor de todas. Pues unos jugadores abatidos desde el minuto 46, como si aquello no fuese con ellos (a excepción de Cristiano), también tienen mucho que ver. El Lyon jugaba volcado y el Madrid a la contra, como si la eliminatoria no estuviese empatada. Piajnic no perdonó y la historia volvió a ser la de siempre desde hace seis años.

Los maleficios se acaban rompiendo y el Madrid cuando lo haga, posiblemente, será campeón de Europa de nuevo. Pero habrá que ver, cuánto tarda en llegar eso.

jueves, 4 de marzo de 2010

Baño de 'seriedad'

Ejercicio de practicidad de la selección española anoche en el Stade de France de París. Pese a la euforia desatada por lo que significa esta victoria, 42 años sin ganar a Francia, la Roja ayer no fue la de otras veces. Toda vez, que es innegable, que venció como lo hacen, en estos escenarios, los grandes.


Porque el de ayer fue un partido de Mundial, de dos combinados que no entienden de amistosos por la rivalidad entre ambos países. Fue un partido de esos que antes perdíamos, siendo mejores, sólo porque nos asustaba el nombre del rival.

Pero eso España lo dejó atrás en cuartos de final de la pasada Eurocopa, ante Italia. Aquel día, aquel último penalti ejecutado por Fábregas nos clasificó para semifinales, rompió el miedo y desató a una selección que ahora camina con la cabeza alta. Consciente, por fin, de que cuándo se concentra en el fútbol, pocos o ninguno, existen ahora mismo que les pueda superar.

Esto volvió a quedar patente anoche. España fue superior, con un partido serio, de saber competir (como decía Aragonés), sin dejarse crear casi ocasiones. Pero, sólo eso. España fue ayer más práctica que vistosa. Pero también es así como ganan los campeones.

No fue un baño, no se dominó la pelota por completo como otras veces, no se llegó una y otra vez al marco rival, pese a que la prensa nacional aproveche para venderlo así. En eso no llevan hoy razón, se la quito el propio Del Bosque que aseguró tras el partido que le gustaría haber jugado mejor.

Si la llevan, por el contrario, en que somos los mejores, porque anoche España si jugó con solvencia, si defendió bien, si aprovechó sus ocasiones, si fue un equipo que no te perdona. Fue un equipo de los que envidiábamos, de los que siempre llegaban lejos sin mostrar alardes, ordenados, con calidad y pegada.

Esa fue ayer nuestra selección, en una versión tan válida como la del fútbol de eterno toque de otras veces. Porque, lo esencial, es que ahora España sabe a lo que juega y está capacitada para llegar dónde quiera.

miércoles, 3 de marzo de 2010

El Atlético, a su rollo


Capaz de lo mejor y lo peor, de hacer lo que se propone y lo que nadie espera, así ha sido a lo largo de muchos años el equipo colchonero y así sigue siéndolo esta temporada, con mayor certeza aún. La última demostración se vio el domingo en el Calderón.

El conjunto rojiblanco volvió a ganar cuando menos se esperaba. Y es que el Atlético hace las cosas a su antojo, sin responder a razones. Pocos partidos se ha llevado este año ante equipos, teóricamente, inferiores. Ha llegado a dar rabia o pena, según los ojos que lo mirasen, en varios encuentros de la temporada. Pero, por el contrario, ha sorprendido y ganado casi siempre que no era favorito. Hace unas semanas calló el Barcelona, el domingo el Valencia.

Y es que estas cosas el Atlético las lleva en la sangre. Va completamente a su rollo y se marca los objetivos que se le antojan. Sean realistas o no. Da igual, luego cumplirá los que quiera.

El equipo rojiblanco se ha plantado en la final de Copa del Rey simplemente porque dijo que lo haría. Sin muchos más argumentos futbolísticos que la convicción. Derrotado y superado en muchos minutos de juego por rivales de menor entidad como Recreativo de Huelva o Celta de Vigo. Pero al final el Atlético se impuso a su manera.

Va también en un equipo de estas características situaciones como que los árbitros le señalen un penalti a favor por una falta cometida a dos metros y medio del área. Al igual que pueden perjudicarle escandalosamente contra todo un Valencia, pero entonces ahí, cuando peor se pone la cosa, el Atlético enseña su mejor versión.

Los de Quique Sánchez Flores siguen adelante en la Europa League: Otra competición similar, otra oportunidad para seguir demostrando esta tendencia. Tras ganar en el ‘infierno turco’ del Galatasaray, ahora le llega el Sporting de Portugal. El resultado de la ida marcará el destino de la eliminatoria. Pues una victoria cómoda del Atlético le condenaría a perder en la vuelta. Pero un triunfo portugués holgado, seguro que no sería suficiente para pasar. Capaz de lo bueno y lo malo, si pierde 0-6, tranquilos: ganará 0-7.